Historia

En la década de 1940, la Compañía IMUSA lidera la idea de fundar una escuela, ya que requería que sus obreros, trabajadores e hijos obtuvieran una educación basada en aprender a leer, escribir y desarrollar operaciones matemáticas básicas, como respuesta a las necesidades educativas del Municipio en esa época.

En 1950, aparece una escuela de alfabetización precedida por una junta conformada por el alcalde de la localidad, Don Eduardo Arcila, el Párroco Julián Sanín Tobón y la señorita Margarita Quintero en representación de IMUSA.

En el año 1970, con la resolución número 92, el gobernador del Departamento de Antioquia le entrega la Licencia de Funcionamiento a la “Escuela IMUSA” de propiedad de las Industrias Metalúrgicas Unidas S.A. empresa dirigida por el señor Eleazar Montoya Ortiz. Esta licencia, fue otorgada posterior a la visita de supervisión realizada por la Secretaría de Educación y Cultura del Municipio, y evidenció que cumplía con las “condiciones locativas, higiénicas, pedagógicas y cumple en general las disposiciones legales que rigen sobre la materia”.

En 1973, se materializa esta idea formándose la “Escuela IMUSA”, la cual fue orientada por la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción en convenio con dicha empresa.

En 1985, de acuerdo a los deseos del entonces Párroco Abelardo Sosa Uribe, de comprometerse y continuar con la obra; la escuela pasa a ser propiedad de la parroquia, y comienza a funcionar a partir del año 1986 con el nombre de “Instituto la Asunción”, con el plan de estudios correspondientes a los grados de la Básica Primaria, con sede en la Calle 49 # 50 – 31, como instituto privado, de carácter masculino, calendario A; bajo la dirección de la Docente Martha Lucía Gómez Quiceno.

La Secretaría de Educación y Cultura, en los diferentes momentos históricos a través de las resoluciones, reconoce los dos espacios locativos donde se presta sus servicios, inicialmente con la “Escuela IMUSA” en 1970, donde el Colegio La Asunción (antes Instituto La Asunción), inicialmente como fue mencionado con la resolución 000201 de 21 de abril de 1986, con sede en la Calle 49 # 50 – 31, se entregó la “Licencia de Iniciación de Labores a un establecimiento de Educación Formal” para los grados de 1° a 5, y para estos grados se aprueba el Nivel de Educación Primaria con la Resolución Nacional 18410 del 9 de diciembre de 1986.

A partir de este momento, se entregan en los años siguientes las respectivas resoluciones.

  • La Resolución Departamental 001168 del 22 de abril de 1987, concede Licencia para Iniciación de Labores del grado 6° del nivel de Educación Básica Secundaria, el grado 7° con la Resolución Departamental 002417 del 8 de julio de 1988, el grado 8° con la Resolución Departamental 003050 del 8 de marzo de 1989.
  • “La Resolución Departamental 3860 del 31 de octubre de 1989, aprueba por 1987, el grado 6°, por el año 1988, los grados 6° y 7°, por 1989, 1990, 1991, 1992, los grados 6°, 7° y 8° del Nivel de Educación Básica Secundaria”. Tiempo que la Institución se denominaba: “Instituto Docente Privado de carácter mixto, Calendario A, con jornada continua en la tarde y bajo la Dirección del Licenciado Humberto de Jesús González Yepes”.
  • La Resolución Departamental 004192 del 15 de febrero de 1992, concede Licencia de Iniciación de Labores al Nivel de Educación Preescolar y al grado 9° de Educación Básica Secundaria, al grado 10° de la Media Vocacional, modalidad académica con la Resolución Departamental 005471 del 25 de febrero de 1991 y al grado 11° de la Media Vocacional, modalidad Académica, con la Resolución Departamental 006263 del 28 de noviembre de 1991.

Se ratifica lo anterior, por medio de la Resolución Departamental 006951 del 25 de agosto de 1992, donde se aprueba por el año 1991 el grado 10° del Nivel de Educación Media Vocacional y por los años de 1992, 1993, 1994, 1995 y 1996, los estudios correspondientes al Nivel de Educación Preescolar, Básica de 1° a 9° y los grados 10° y 11° del nivel de Educación Media Vocacional, modalidad Académica. De igual manera en dicha resolución se presenta el concepto de la comisión de supervisión la cual define que “el plantel ofrece un servicio de desarrollo social y comunitario muy bueno”.

Más adelante, en el año 2001, toma el nombre de Colegio, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 13 del Decreto Nacional 1860 del 3 de agosto de 1994, concordado con el Plan Decenal de Educación 1996 – 2005, donde se establece que las instituciones educativas llevarán el nombre genérico de Colegio, y “… se autoriza para que en el mismo se imparta Educación Formal en los niveles de Educación Preescolar, Básica, Ciclo Básico Primaria, Ciclo Secundario y Educación Media Académica”; de igual forma, en el Artículo 1 de la resolución 3644 del 14 de mayo de 2001 “por la cual se cambia una denominación, se concede licencia de funcionamiento y se autorizan las tarifas educativas a una Institución de Educación Formal” pasa de llamarse INSTITUTO LA ASUNCIÓN a COLEGIO LA ASUNCIÓN. De igual manera se concedió la licencia de funcionamiento “a partir de 2001 y autorizarlo para que se imparta Educación Formal en los Niveles de Educación Formal en los Niveles de Educación Preescolar, Básica, Ciclo Primaria, grados 1°, 2°, 3°, 4° y 5°, Ciclo Secundaria, grados 6°, 7°, 8° y 9°, y Educación Media Académica, grados 10° y 11°. Además, para ofrecer Educación Formal de Adultos, Ciclos Lectivos Especiales Integrados – CLEI 1, 2, 3, 4, 5 y 6 de Orientación Académica. Se encuentra ubicado en la Carrera 49 # 48-19, Municipio de Copacabana, Departamento de Antioquia”.

La misma resolución, reconoce al Colegio La Asunción como: “establecimiento educativo, de carácter privado, mixto, calendario A, jornada diurna única y sabatino y dominical, de propiedad de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Copacabana y bajo la dirección del Licenciado Julio Aníbal Vega Peláez”.

Nuestra Institución

El Colegio La Asunción, es una Institución Educativa Católica que, a través de su propuesta educativa ofrece una formación humano-cristiana, orientada al desarrollo de competencias académicas, investigativas, espirituales, ambientales y socio-políticas, con aporte a la construcción crítica de una sociedad justa y equitativa, con fundamento ético, filosófico y bíblico.

El Colegio La Asunción para el año 2020 continuará siendo un referente de formación humana-cristiana, acompañando a nuestros niños, niñas y jóvenes en su proceso de desarrollo de la personalidad desde experiencias positivas y con mayor rigor académico enmarcado en ambientes de aprendizaje significativos donde se evidencie la coherencia entre el conjunto de saberes, objetivos y acciones para la transformación personal, comunitaria y social.

La actividad pedagógica, está encaminada en la Institución a la formación integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en una vida trascendente; fundamentada en la espiritualidad, la paz, el amor, la justicia y la esperanza; fortalecidas en el reconocimiento de la dignidad humana, hecha vida y práctica en los valores como:
• Esfuerzo
• Dinamismo
• Emprendimiento
• Creatividad
• Excelencia

Sabiendo que los seres humanos vivimos en comunidad y que debemos acoger a los otros como Don y Regalo para enriquecer la propia vida y la de la sociedad, nuestro Manual de Convivencia, presenta los siguientes principios que debemos empezar a practicar desde el momento mismo de ingresar a la Institución:

Aprender a vivir en el amor
Base de la felicidad que anhelamos

Nuestra vida de cristianos gira en torno al gran mandamiento del amor. Este principio es la base para la sana convivencia, cuando amamos de verdad somos capaces de cuidarnos, comunicarnos, trabajar en grupo, valorar al otro más por lo que es que por lo que tiene, cuidar el entorno para el bienestar de todos. Por ello es importante:  

  • a. Cumplir con los deberes cristianos
  • b. Celebrar la Eucaristía cada vez que se tenga la oportunidad
  • c. Orar en familia: “Familia que reza unida, permanece unida”
  • d. Obrar correctamente, siendo testigo de la verdad que crees
  • e. Crecer en valores como la honradez, sencillez, responsabilidad, justicia, delicadeza, respeto, solidaridad, etc.
  • f. Conocer las capacidades y limitaciones propias, aceptándose como es y tratando de ser mejor
  • g. Aceptar las capacidades y limitaciones de los demás
  • h. Apoyar las actividades que vayan en bien de los demás y de los más necesitados
  • i. Cuidar y amar la naturaleza
  • j. Amar y cuidar el Colegio con sentido de pertenencia
  • k. Asumir la religión católica como la orientación confesional del Colegio; quienes no sean católicos deberán respetar la confesión católica y no podrán hacer ningún proselitismo religioso dentro del Colegio.

Aprender a Comunicarse
Base que asegura la armonía comunitaria

La valoración, se puede definir como el reconocimiento que dan los otros a nuestra forma de ver, de sentir e interpretar el mundo. Cada uno se valora cuando el otro lo valora.
La comunicación, es el medio básico para expresarnos, comprendernos, coincidir o discrepar en ideas, comprometernos. La mentira deteriora toda comunicación.

Para lograr este principio:

  • a. Expresa tus opiniones, reclamos y maneras de pensar en forma oral o escrita, a la persona indicada, usando términos cordiales.
  • b. Respeta y valora a los otros
  • c. Habla en tono moderado
  • d. Piensa antes de hablar
  • e. Mira a quien habla y a quien le habla
  • f. Escucha atentamente
  • g. Emplea un vocabulario adecuado
  • h. Evita acercarse demasiado al otro, conserva una adecuada distancia.
  • i. Evita hablar o gritar en momentos inadecuados
  • j. Evita interrupciones constantes durante explicaciones, lecturas, trabajos, evaluaciones o actos culturales.
  • k. Acata prontamente las órdenes, sugerencias y observaciones.
  • l. Participa activamente en el periódico escolar
  • m. Toma parte activa en la conformación del Gobierno Escolar y su desempeño

Utiliza el conducto regular para resolver diversas situaciones así:

  • a. Diálogo con el docente indicado
  • b. Diálogo con el Animador de grupo
  • c. Diálogo con el Director Académico y de Normalización
  • d. Diálogo con el Personero de los estudiantes
  • e. En casos extremos diálogo con los padres para acercarse al Comité de Convivencia, Académico o Directivo.

Aprender a cuidarse
Base de la valoración personal y grupal” 

La vida es el mejor regalo que hemos recibido de Dios; por lo tanto, tenemos el deber de conocernos, respetarnos y propiciar nuestro bienestar personal: éste se construye y se desarrolla a base de comportamientos.
La convivencia supone aprender a cuidar el bienestar físico y psicológico de sí mismo y de los otros, expresando así el amor a la vida.

Aprender a valorar al otro
Base de todo modelo de convivencia social

La convivencia social, supone una lucha constante por hacer posible la vida, por respetar y valorar al otro como un ser diferente, pero con el cual se puede construir una sociedad nueva, complementándose mutuamente.
La convivencia social implica ser con el otro: ayuda mutua, respeto, compromiso, no es la agresión la base de la existencia, sino el amor, la comprensión y la lucha por la superación.
Para lograr una buena convivencia debes:

  • a. Aceptar a cada persona con sus diferencias individuales
  • b. Respetar la propiedad de los otros
  • c. Evitar peleas y discusiones
  • d. Aceptar las propias limitaciones y las de los otros, tratando de superarlas.
  • e. Evitar malos tratos, apodos, palabras vulgares y ofensivas.
  • f. Fomentar la crítica constructiva y evitar la destructiva
  • g. Respetar el espacio de los demás
  • h. Crecer en los valores mediante la práctica de los mismos

La familia es el lugar donde se aprende a amar y a no agredir; por lo tanto, en ella deben enseñarse a cultivar las normas anteriores, a partir de una sana convivencia y el buen ejemplo.

Aprender a cuidar el entorno
Fundamento de la supervivencia

Cuando nos amamos a nosotros mismos y a las personas con las cuales convivimos, aprendemos a estar en el mundo. La convivencia social es posible si aceptamos que somos parte de la naturaleza y del universo creados por Dios para nuestra felicidad, y que no es posible herir el planeta tierra sin herirnos a nosotros mismos.
El agua, el aire, el suelo, las plantas, los animales y el paisaje, son la manifestación de la presencia de Dios; por consiguiente, debemos amarla, respetarla, estudiarla.
Cuidar mi entorno más cercano, el aula, la silla, los baños, las paredes, es un deber y un compromiso por el bienestar y una tarea constante.
Para ello es importante, evitar los ruidos manteniendo un excelente comportamiento que es el arte de “SABER ESTAR” en cada momento y situación.

Aprender a interactuar y a decidir en grupo
Base de los modelos de la relación social” 

Los seres humanos nos realizamos en comunidad, teniendo en cuenta que todos y cada uno de nosotros somos seres únicos e irrepetibles, de ahí que seamos diferentes y por lo tanto tengamos necesidad los unos de los otros, para complementarnos, realizarnos y transformar el mundo.
Para lograr un verdadero crecimiento de grupo son necesarios el respeto, la comprensión y la responsabilidad.
Para alcanzar este principio es necesario:

  • a. Practicar normas de urbanidad: saludar, despedirse, dar las gracias, pedir permiso y disculpas.
  • b. Aprender a diferenciar entre intereses individuales y de grupo, evitando las comparaciones y competencias.
  • c. Aprender a estar con los otros; percibir que los otros “están contigo” en el mundo buscando la felicidad común.
  • d. Aprender a ponerse de acuerdo sin imponer las ideas propias, sino buscando el bien común.
  • e. Acoger sugerencias y observaciones hechas por los docentes y otras personas

Aprender a valorar el saber social
Base del saber cultural y del saber académico

Toda sabiduría viene de Dios, el hombre, creado a su imagen, desarrolla su saber que es susceptible de modificaciones y progresos.
En la sociedad existen dos grandes tipos de saberes:
Saber cultural: producido al interior de la comunidad y desarrollado en forma de valores, costumbres y manifestaciones.
Saber académico: producido a través de metodologías que llevan a un conocimiento de todo lo que sucede en el universo.
Consideramos que el desarrollo del saber es la base del progreso de la sociedad; por ello, buscamos mantener un alto nivel cultural y académico, el cual se manifiesta en la respuesta de los estudiantes a las diversas áreas del conocimiento y en su interacción social.
Para lograrlo es necesario:

  • a. Desarrollar aptitudes investigativas, ir más allá, buscar el porqué de las cosas, los acontecimientos y los fenómenos.
  • b. Participar activamente en las clases y atender conscientemente a las explicaciones, aportando y expresando inquietudes.
  • c. Repasar los temas vistos en clase
  • d. Practicar la lectoescritura, realizando actividades diarias.
  • e. Cumplir puntualmente con tareas, consultas, estudio consciente para las evaluaciones.